¿Odias hacer maletas, dormir en una cama que no es la tuya, siempre te dejas algo cuando viajas y «como en casa en ningún sitio» es tu leitmotiv? Querido, tus excusas se acaban de esfumar con este post o, mejor dicho, con Travelbox.
Dicen que mientras tú estás dando saltos de alegría al imaginarte lo que te voy a contar, los buscadores de hoteles, apartamentos, campings y otros cobijos para viajeros, tiemblan más que una caja de flanes. Sí, sí, y todo porque me ha llegado (en uno de esos descansos mentales soñando en las vacaciones de este verano) la obra de unos arquitectos de Juust que han conseguido que, gracias al ingenio y diseño, te lleves tu mobiliario básico donde quiera que vayas, la Travelbox.
60 kg de madera y aluminio, 209 cm de largo, 125 cm de alto y 39 cm de ancho. O lo que es lo mismo, una caja compacta, resistente y duradera, capaz de no sólo soportar cualquier viaje sino de trasladar la comodidad de tu hogar donde quiera que te lleve la vida. Ni más ni menos. Así se las gasta Travelbox.
Dicen sus creadores desde Austria que gracias a la Travelbox no vas a depender de comprar muebles en tus destinos porque, en cuanto la abras, descomprime lo necesario para amueblar tu próxima casa. Y yo añado: ¿En serio? ¡Me acaban de minar la moral estos arquitectos!
Cuando leía sobre Travelbox me había hecho una idea mucho más ¿romántica? del producto. Y es que creo que esta obra de diseño, no sólo es el componente esencial en el viaje de un aventurero sino que va a ir recogiendo todas las huellas de cada lugar al que la lleves, de cada hazaña, aventura, viaje o lo que se tercie y que haya que desempolvar los muebles básicos.
Bueno, para seros franca, también me ha convencido la idea de llevar mi cama, mis sábanas y sobre todo mi COLCHA a donde sea que fuere. (¿Los hoteles lavan las colchas?).
¿Qué pensáis del combate entre TravelBox vs Airbnb, Travelo, las Quechuas y caravanas? ¿Ganará algún asalto el diseño y la idea de la caja-casa viajera?
